Así va mi vida.
Hoy por la mañana me levanté tarde, mi dormitorio esta justo frente al amanecer y mis cortinas rosas y verdes que por voluntad propia no ayudan nada con el deseo de la oscuridad y de perderme entre los brazos de Morfeo más allá de la maldita alarma del celular que cada viernes por la noche olvido desactivar, comúnmente los fines de semana me los regalo, es el merito a una jornada devastadora que gracias a innumerables motivos en ello no estoy sola, de verdad es un verdadero lujo mi día, mi rutina y mi vida en estos momentos y me di el placer de despertar y no desear ver la mañana, enrollarme calidamente entre mis sabanas que bastante me ayudan en el complejo de oruga que me invade cada invierno, quería que prontamente fuera tarde y luego noche jugando a perder mi tiempo me di vueltas y me abstraje de “mis obligaciones” como adoro esa palabra, es mi muletilla, la ocupo tanto que conozco perfectamente su significado (para mi obvio es). Últimamente me importa muy poco la rapidez con la que pierdo un día y otro y de manera aclarativa expongo que la fragilidad de un día completo en su conjunto total de horas y todo me basta para asumir de cierta forma que vivo a la rápida, me es hasta excitante ver consumidas las horas de la mañana entre las caminatas, el GYM y las actividades casi de feria en la que se escapa muy lejos el medio día para continuar con las obligaciones de la media tarde, el almuerzo y la pega, la noche llega a veces mágicamente entregándome alguna noticia de él… y se agradece, y se agradece tanto que valió la pena el día completo incluyendo el estrés de diez para las ocho A.M. cuando esta a punto de romperse el equilibrio de todo, justo cuando debo cerrar con llaves la casa y salir corriendo al auto y entregarme a la rutina de mi vida que solo puedo disfrutar de veras en la noche… no todas por cierto pero valen la pena y la valdrán mientras sienta que él esta y que de una forma u otra talvez me regale alguna noción de vida, aunque de muerte no estaría nada mal, si si si de un extremo al otro, como todo lo que me gusta, lamentable es, en todo caso pues si sacara la cuenta de las horas que carcomen mi vida el resultado sería francamente fatal, fatal poniéndonos en el caso de una corta, torpe y plural vida, omitiendo al sol para solo valerme de la luna opaca y todo para hacer mi felicidad… bonito termino pero igualmente fatal. Perdiendo, pero a veces cuando se pierde se gana… y eso me consuela como también me consuela no sentirme vacía y guardar entre mis sabanas el mejor lugar para perder el tiempo, sabiendo que sin lugar a dudas después un buen día o noche lo gano.
Soy feliz con suaves matices de nostalgias.